No por la cantidad de trabajos, uno avanza, sino por la calidad, por hacerlo en el momento oportuno, siguiendo las señales que la vida me manda.

Lo cierto es que, para algunas personas, el número de excluidos es infinito. Los bloqueos son tantos que uno se siente tan desbordado, tanto, que finalmente, lo deja por imposible.

Lo más importante para avanzar es sentir lo que llega sin rechazarlo, aceptar que no hay solución y entregar todo lo que no puedo gestionar a «algo más grande». A veces uno se pone a constelar para quitarse de encima las cosas, y esa intención de querer avanzar es lo que impide el avance.

Pero si la conciencia cambia de vibración, las constelaciones y la vida también cambiarán, y todo mi ser se ajustará a una nueva forma de vibrar más elevada, más saludable, desde otro lado.

La siguiente pregunta es: ¿qué hacer para cambiar de vibración?, pues muy fácil, encontrar algo que vibre en más conciencia y no separame de él hasta haberse acoplado a esa nueva vibración.

Ese «él» es «algo más grande», alinearme con su voluntad es lo único que va a sacarme de mis problemas, y permitir que las maldiciones se tornen en bendiciones, dejar que se llenen mis traumas de dicha y ponerme en disposición de transformar mis venenos en miel. ¿ Y si no puedo relacionarme directamente con «algo más grande»?, pues se me van a presentar las personas y los acontecimientos que necesito para sanar.

La vida nos va mandando nuevas personas y situaciones. Sólo hay que estar a la escucha y decir «sí» en el momento oportuno.